martes, 19 de marzo de 2013

DANIEL NESQUENS



Día Mundial para la Protección de los Animales: “El lince” según Daniel Nesquens


El Día Mundial para la Protección de los Animales se celebra desde 1931 el día 4 de octubre, coincidiendo con la festividad de San Francisco de Asís, el santo más vinculado con el amor y defensa de los animales.
Para celebrar este día, te invitamos a leer lo que Daniel Nesquens nos cuenta en su libro Hasta (casi) 100 bichos sobre uno de los animales en peligro de extinción que podemos encontrar en nuestro país: el lince.
Ilustración de Elisa Arguilé
Ilustración de Elisa Arguilé
El Lince es un animal muy parecido al gato. Por ejemplo, mi tía Enriqueta, soltera desde que nació, que reside en La Almunia de doña Godina, vive con dos perros y un lince, que ella confunde con un gato. Pero, con el genio que tiene, cualquiera le dice que el gato es un lince. El gato de mi tía Enriqueta se llama Caolín. Creo que es el único lince con nombre. Y le encantan las patatas fritas de bolsa, con sabor a queso manchego.
Una de las características del lince son sus orejas acabadas en dos pinceles de pelo, otra es su curiosidad. Y por mucho que se diga que el lince es un animal muy listo y sagaz, los linces no saben los días de la semana. Y menos qué es una palabra esdrújula.
¿Cuántos días de permiso, según convenio, tendrá el lince por el nacimiento de un hijo?
El lince no es un ave de corral, por eso no tiene alas, y tampoco cresta. El lince ibérico no es comestible, y no tiene nada que ver con el jamón.
El lince es muy fácil de amaestrar, pero nunca debemos mandarlo a por el periódico. Lo traería hecho jirones. Si queremos jugar con un lince podemos probar a atar la pata de un conejo a una cuerda y hacerle corretear en su busca. Es más fácil que nos cansemos nosotros de arrojar la cuerda que el lince de ir en su busca y devolvérnosla.

Marcos Mostaza cinco, de Daniel Nesquens


Ya está aquí la quinta entrega de la serie protagonizada por Marcos Mostaza, con texto de Daniel Nesquens e ilustraciones de Claudia Ranucci: “Para Marcos el curso llega a su fin, se avecinan las vacaciones y este año la profesora Jovita se jubila. Además, el abuelo anda con una idea en la cabeza que tiene a toda la familia preocupada. Y encima Hanif tiene algo muy importante que contarle a Marcos.”

El autor | Daniel Nesquens nació en Zaragoza en 1967. Su trayectoria literaria comienza en el año 2000 con Diecisiete cuentos y dos pingüinos (Anaya). Ha publicado más de una treintena de títulos, y el humor es la nota predominante en todos ellos, una característica que escasea en la literatura infantil y que Nesquens sabe acercar a la lógica de los más pequeños. De sus obras publicadas en Anaya destacamos: Mermelada de fresa (Primer Premio de Álbum Ilustrado «Ciudad de Alicante», 2001), Mi familia, Hasta (casi) 100 bichos (White Ravens, 2002), Días de clase, Puré de guisantes, Papá tenía un sombrero (Segundo Premio de Álbum Ilustrado «Ciudad de Alicante», 2006) y la serie Marcos Mostaza. En 2010 resultó ganador del VII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil con el libro El hombre con el pelo revuelto, ilustrado por Emilio Urberuaga.

Reseña de ‘Hasta (casi) 100 bichos’ en Revista Digital


Un libro para leer en voz alta a los que tenemos a nuestro alrededor, a los que más queremos hacer reír. Un bestiario sin desperdicio que nos invita a participar del humor más dislocado y a mirar con mayor intensidad para descubrir, por ejemplo, que: “La vaca tiene muy mala memoria, por eso mastica dos veces. A la segunda se le llama rumiar”. O constatar que al ave palmípeda llamada ganso: “… no le queda otro remedio que hacer el ídem para que no lo confundan con un pato, con un cisne o con una comadreja”.

Daniel Nesquens en Que Leer


Daniel NesquensAntonio G. Iturbe firma un artículo sobre Daniel Nesquens, acompañado de un breve cuestionario al autor, para la revista Que Leer:
“Nesquens es uno de los autores para jóvenes lectores que más utiliza el humor, la ironía y el surrealismo como materia prima para sus historias. Con la serie de Marcos Mostaza ha generado una nutrida tropa de lectores. Ahora, el Premio Anaya lo consagra como uno de los autores más efervescentes de la literatura para lectores incipientes, con unas obras que gustan a edades muy variadas. Leyéndolo se tiene la sensación de que se encuentra en esa línea de falsos escritores infantiles, como Roald Dahl o como lo fue Saint-Exupéry al escribir El Principito. No escriben para niños, pero tampoco para adultos: escriben para los niños que todos fuimos una vez. En El hombre con el pelo revuelto (libro con magníficas ilustraciones de Emilio Urberuaga), uno de los personajes, Emmerling, camina hacia delante con la cabeza vuelta para atrás. Y el escritor infantil se revela también como alguien que camina hacia delante por imperativo biológico, pero lo hace sin dejar de mirar hacia ese atrás de la infancia que tan a menudo olvidamos los adultos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario